Cómo llegué a las prácticas psico-corporales
Hace años, cuando le contaba a una profe muy querida cómo en el cuerpo iban confluyendo todos los temas que me habían interesado hasta entonces, me contó su recorrido y cómo había formado una suerte de caleidoscopio, donde se juntaban todos los pedacitos de sus intereses académicos y de vida.
Esa metáfora hermosa me quedó grabada desde entonces. Me ayudó a nombrar ese encuentro de incursiones, curiosidad y experiencias a las que el tango me había abierto la puerta.
Con el tango empecé a conectar con mi cuerpo desde otro lugar. Desde la curiosidad sociológica empecé también a transitarlo de un modo más reflexivo. A hacer consciente lo transformador que venía siendo para mí y para otros a mi alrededor.
Preguntándome cómo era eso posible, el camino me fue llevando al yoga y a las prácticas psico-corporales.
El cuerpo ha sido mi caleidoscopio.
Un viaje de ida. Nunca lineal. Siempre revelador.
Estoy convencida de que el mundo puede ser un lugar mejor si las personas tienen acceso al autoconocimiento y a herramientas que les permitan transformar sus circunstancias.
Me consta que podemos construir relaciones más armónicas con nosotros mismos y con los demás rescatando el vínculo mente-cuerpo-emociones, tan ignorado por la educación tradicional.
En eso el tango y la educación somática han sido mis mejores aliados. También los viajes, pero este es otro tema del que podemos hablar otro día.
Facilitar recursos y compartir lo aprendido, para que cada quien labre su propio camino, es mi norte desde entonces. Y me hace muy feliz compartirlo hoy contigo.
Jessica Gerdel
Instructora de tango danza egresada de la Universidad del Tango (CETBA). Profesora de yoga y yogaterapia (Escuela Internacional de Yoga Integral) y practicante de Danza/Movimiento Terapia (Universidad Nacional de las Artes).
Vinculando estos campos con mi trayectoria universitaria (Sociología, Educación y Comunicación Social) comencé a investigar el aprendizaje y la enseñanza del tango desde la sociología del cuerpo y la antropología de los sentidos, centrándome en las conexiones entre corporalidad e identidad, mente y emociones.
Mi incursión en las prácticas psico-corporales me permitió encontrar en ellas un gran potencial para el bienestar y la construcción de relaciones armónicas: de la persona consigo misma al profundizar en su autoconocimiento, y con los demás al trabajar su inteligencia emocional y afectiva.
Disfruto ayudar a otros a explorar el potencial de las prácticas corporales, más allá de su aplicación técnica en el baile o en la ejecución eficiente del movimiento en la vida cotidiana, como herramienta de autoconocimiento y bienestar.